domingo, 29 de junio de 2014

Capítulo 5: Es hora de partir

5
ES HORA DE PARTIR
Cuando me despierto, Kalhan y Fala ya están desayunando y a Zorax no le veo. Le pregunto a Kalhan, y me dice que se ha ido a buscar a Notham. Le pregunto por dónde se ha ido, me indica la dirección y salgo corriendo hacia allí. Zorax no debería haber salido sólo, pese a que los Igels ya se hubiesen ido, aún había peligro, no todos los habitantes serían tan pacíficos como la joven que me encontré ayer, Fala. Estoy hasta el mediodía corriendo, sin señal alguna de Zorax, por lo que paro a descansar un poco. Busco a mi hermano hasta bien entrada la tarde. ¿Dónde podría haberse ido? No lo sé, pero fijo que está en peligro. Noto que me están mirando, me doy la vuelta y veo que, encima de un montón de escombros encima de un edificio, hay un hombre, anciano.
- ¡Buenas! ¿Qué hace ahí sentado? – le grito.
- Pensar.
- ¿En qué?
- En la devastación de este mundo.
- Tampoco es para tanto, yo he estado en este mundo. Y no he visto tanta devastación como la que piensa.
- ¿No? Entonces no has estado en el Castillo de Arak.
- Me temo que si he estado, encerrado en uno de sus calabozos.
- ¿Seguro? No es que no te crea, pero poca gente sobrevive.
- Así es, y además herí a Arak.
- ¿Tú solo?
- Iba con mi hermano, Notham, que, por cierto, está aquí en la ciudad, ¿le ha visto?
- Ehmmm, no me suena, he estado con un tal Naoz. Es un joven, armado con un arco. Me dijo que se dirigía hasta el sur.
Me da un vuelco al corazón. Naoz es uno de los múltiples nombres que usa mi hermano, aún no entiendo por qué, pero suele cambiar de nombre muy a menudo. Le pregunto dónde está, y detrás del anciano aparece mi hermano. Está hecho un desastre, tiene toda la ropa rota, y está lleno de heridas y moratones. Ahora que le veo empiezo a pensar en Zorax.
- Hermano, ¿has visto a Zorax? – le pregunto.
- Sí, estuvo aquí, le dije que volviese al campamento. Yo iba a volver dentro de un par de días.
- ¿Dentro de un par de días? ¿Y si nos hubiésemos ido antes? ¿Qué hubieses hecho?
- No os ibais a ir.
No respondo, me doy media vuelta, que venga si quiere. No puedo negar que esté feliz por haberle encontrado, pero que se haya ocultado durante todo este tiempo me duele. Soy su hermano. Tendría que habérmelo dicho.
Sigo mi camino, no miro hacia atrás, pero creo que Notham ha decidido quedarse con el anciano. A ver qué les digo a Zorax y Kalhan. Veo que empieza a esconderse el sol, por lo que empiezo a correr, la noche es muy oscura en las ciudades después de una batalla.
Cuando llego al campamento veo que Zorax y Kalhan están durmiendo. Fala, en cambio, está afilando su arma.
- Hola Fala.
- Buenas, señor sin nombre, ¿has encontrado a tu hermano? – me pregunta.
Me callo y miro el camino que he dejado atrás y la conversación con mi hermano. Teóricamente sí lo he encontrado, pero lo he perdido en el momento.
- No, no sé dónde se habrá metido.
Debo sonar poco convincente, ya que Fala me mira evaluando cada palabra que he dicho, como si hubiese un significado detrás de cada una. Pero no dice nada, baja la vista y sigue afilando su espada. Me voy a mi “cama”, necesito descansar, pero sobre todo necesito pensar en lo que ha pasado hoy, en mi encuentro con mi hermano. Me cuesta dormirme, pero finalmente logro conciliar el sueño.
En mitad de la noche oigo unos gritos, me levanto, cojo mi espada y agudizo mi oído, a ver si consigo oír desde dónde vienen los gritos. En una de las puertas de la ciudad veo un fuego, y a un grupo de seis o siete personas, que están celebrando algo. Despierto a Zorax, que se levanta a regañadientes, pero su actitud cambia cuando oye los gritos. Le digo que coja una espada.
- ¿Crees que haré algo con una espada? Mejor cojo un arco, que últimamente he afinado mi puntería.
- ¿Seguro? – le pregunto.
- Como que mi padre se llama Zast.
Asiento, creo recordar que me dijo que su padre se llamaba Zox, pero no le hago caso y le digo me siga, pero que intente no hacer ningún ruido. Lo que quiero hacer es acercarme, a ver quiénes son, y si son peligrosos… bueno, terminar con la amenaza. Llegamos a una roca que está al lado suyo. Nos escondemos detrás de ella y esperamos. Le digo a Zorax entre susurros que si se complica la cosa salga corriendo y, que si muero, se vuelvan a cualquier ciudad lo suficientemente grande como para que puedan pasar inadvertidos, que intenten llevar una nueva vida, y que bajo ningún concepto vayan hasta Likdem.
- No vas a morir, has luchado contra la Guardia Negra, contra Arak y contra quién sabe qué monstruos a lo largo de todo Tuê. No creo que siete bandido del tres al cuarto acaben con tu vida.
Sus ánimos me dan fuerza. Desenvaino a Fallows, la miro, como si fuese una vieja amiga y me doy media vuelta para acabar con los bandidos.
Ha sido difícil, sí, pero he conseguido acabar con ellos y salir ileso. Este grupo no tenía ningún botín, pero iban bien armados y sabían luchar, por lo que deduzco que eran veteranos de la guerra que se estaba librando en la costa oeste.
- Bien hecho, compañero – me felicita Zorax.
- No, bien hecho tú, sin tu apoyo me da a mí que no lo habría conseguido, gracias por recordarme de lo que soy capaz.
- Un placer.
Nos unimos por los brazos y volvemos para el campamento, tenemos un descanso más que merecido. Cuando llegamos vemos que no están ni Kalhan ni Fala, pero no hay rastros de forcejeo, por lo que no me preocupo, miro a Zorax y éste me responde con una mirada picarona. Sabe perfectamente dónde está la joven pareja.
A la mañana siguiente le pregunto a Zorax sobre la posibilidad de irnos de allí, y me dice que cuanto antes, mejor. Espero a que llegue Kalhan para recoger las cosas.
- ¿Nos vamos ya? No llevamos ni dos semanas… - replica el joven.
- Ya bueno, tenemos una misión – le digo.
- Es verdad… iré a recoger mis cosas.
Se da media vuelta, llama a Fala, y empiezan a recoger sus cosas. Al mediodía ya está todo recogido y podemos partir. Cuando vamos a cruzar la puerta miro atrás con nostalgia, Notham ha elegido quedarse, es duro perderle otra vez. Pero no voy a demorar a mis compañeros por su culpa, después de estos días me he dado cuenta de que solo puedo confiar en mí mismo para conseguir mis metas


1 comentario:

  1. No entiendo por que tanto secretismo con los nombres, si luego suelta cosas como que estuvo en el castillo e hirio a Arak tan a la ligera. Me da penita que deje a su hermano :'( y quien es ese viejo? Por que prefiere estar con el? Le esta enseñando algo? O.o mmh, escribe pronto, estoy deseando leerlo :3

    ResponderEliminar